viernes, 8 de noviembre de 2019

Cuenta atrás: 3... Cuestionando los pilares del mundo

Al fin sucedió, sin poder evitarlo mi compañera y yo tomaremos caminos diferentes. Si bien ella lo decidió así, no es su responsabilidad únicamente, ni tampoco yo soy una víctima en el patíbulo. Idealmente la responsabilidad debería ser compartida, pero en esta ocasión creo que yo tengo mayor grado de culpa.

Hoy, humildemente me entregué, abrí todo mi ser y me rendí ante ella, pero poco sirvió un discurso pronunciado al vapor y en la agonía del momento, pues para ella mi palabra vale menos que nada.

¿Me resigné y ya no peleo?... no, yo siempre pelearé por mi familia, por mi sangre, mi compañera y mi hermosa criatura; pero hoy siento que, además de haberme partido en mil y sentir en agonía y dolor cómo mi batiente corazón es arrancado poco apoco, mi cabeza no deja de cavilar en el daño que le provocaré a es inocente en un par de días.

Hoy, mi hermana me insistió que peleara una vez más, apelando que soy un escritor y que mi talento simplemente dirá las palabras correctas... pero se equivocó, pues las palabras dichas no sirvieron más que para acrecentar el dolor de mi compañera. ¿No soy un escritor o realmente no tengo talento?

Pedí saber el por qué de todo, una vez más, y fui ridiculizado por no comprender el por qué y la raíz de todo, una vez más. ¿Soy estúpido?... ¿O sólo soy un ignorante que no sabe nada de relaciones humanos y tiene nulo talento de aprender sobre ello?

A mis seres queridos, la noticia de la separación les llegó de sorpresa, y la noticia no llegó por mi, sino por ella... ella fue quien lo comunicó. Dice que lo hizo por cariño y respeto a ellos, y ellos, sobre todo mi hermana, me cuestionó el por qué nunca dije una palabra al respecto.

No se si quiero ayuda, no se recibirla y mucho menos se cómo pagarla; entiendo una deuda económica o un favor que deberé devolver algún día, pero este tipo de ayuda y apoyo no lo logro comprender, no sé cómo funciona y cómo se retribuye.

Tal vez por eso mi compañera me dice que no sé ser apoyo, ni contribución, ni nada. Incluso me cuestiona mi comprensión sobre el significado del amor y hace hincapié en que no quiero madurar, pues al parecer relaciono la madurez con envejecer... pero viejo ya soy.

Siempre he sido terco, inteligente y solitario. Todos mis embrollos los he solucionado con mi cerebro, sin ayuda de nadie, sólo entendiendo bien el problema y actuando de la manera más lógica posible, pero hoy mi cerebro me falla, no logro ver el problema y mucho menos encontrar solución alguna. Entonces, ¿en realidad soy un tonto con suerte?

Hoy cuestiono los pilares del mundo, los códigos absolutos por los que he regido mi vida hasta ahora; estos pilares se fundamentan en honor, orgullo, sabiduría y calma, pero estos cuatro pilares se han quebrado ya.

Hoy comienza la cuenta atrás para el final de mi vida y mi existencia como la conozco, y el inicio de una nueva etapa en la que no tengo idea de que me espera. El oso sabio del bosque del sur dice que, al parecer, es hora de renacer de nuevo, de reinventarme y comenzar desde cero. ¿Qué seré al final?... ¿Un fénix?... ¿Un fraude?... o, tal vez, un simple y pobre diablo más vagando en la existencia y sólo esperando el día en que se vuelva uno con el todo de nuevo... Originalmente jamás pensaría que mi existencia sería menos que ordinaria pero... hoy cuestiono a los pilares del mundo... hoy todas las historias de terror son posibles y una, la más ominosa de todas, se está haciendo realidad...

Me queda poco para el final...

sábado, 26 de octubre de 2019

Crónica de una posible muerte anunciada

Mucho tiempo ha pasado, pero es justo hoy, en esta ominosa hora, que vuelvo a mi refugio atemporal, mi palacio y mi fuerte, mi sanctum sanctorum... las letras.

Hoy enfrento la crisis emocional más grande de todas, la terminación de un sueño al que le aposté todo después de jurar mi voto de soledad. Hoy me enfrento al fin de mi familia.

¿Qué sucedió?, ¿cómo pasó?... simplemente yo pasé, con mi poca personalidad, mi ser carente de "pasión", mi falta de "huevos" en la vida, y mil florituras más que mi jurada compañera de vida hizo a bien en regalarme, pues el aliado verdadero es aquel que te dice todo sin guardar apariencias.

Curiosos son mis recuerdos, pues no creo haber posado de forma diferente o distinta a lo que soy, pero eso no es excusa alguna, atenuante o justificación.

Años atrás, seis para ser precisos, ocurrió un evento similar, un rompimiento temporal. En aquel entonces la palabra "temporal" era la clave de esperanza, una pausa necesaria para retomar la senda marcada, para "marchar por la derecha". Hoy, la palabra utilizada es "definitivo", acompañada por "separación", "ruptura" y, desde mi humilde posición, "miedo".

El mayor miedo de este simple Amo del Calabozo es el fracaso, ¿y qué fracaso mayor existe a la destrucción de tu familia, al resquebrajamiento de tu proyecto final de vida? Y lejos del ego lastimado o la autoestima destrozada, el verdadero temor es al daño que este fracaso detonaría en los demás.

Las imputaciones, además de florituras, se cuentan por montones, incluyendo el "tal vez no sea la adecuada para ti" o el "veo que no eres feliz". Estas situaciones parecerían que son de mi exclusiva incumbencia, pero cuando desdibujas las líneas del ser para forma un "nosotros", ese tipo de situaciones son válidas velando por el interés ajeno, un altruismo emocional del mas puro talante y gloria... aunque también puede ser malintencionado y disfrazarse como algo genuino mientras esconde la amarga verdad, digamos una cálida sonrisa que tapa una mueca de repulsión.

Hoy me enfrento al último bastión, el pasillo final antes del patíbulo, con la misión de cambiar al despojo que soy por el marido ideal, misión que es virtualmente imposible... cambiar lo que fui durante toda una vida, y hacer una metamorfosis en dos meses que no pude hacer en una década.

Creo que está implícito y peco de informativo si comento el hecho inalterable de que la disolución de la familia no es, ni por asomo, mi deseo; pero las desiciones de esta envergadura son de dos en sintonía, pues si hay disonancia o alguna disparidad, el resultado será inequívocamente ominoso.

Yo tan iluso que creí ser un hombre de bien, pilar de familia y un ser de luz y amor, hoy mi sueño se tambalea en la cuerda floja, al filo de la extinción o una precaria salvación que, de milagrosamente darse, conllevará una delicada, dolorosa y muy lenta recuperación con el riesgo latente de morir en cualquier segundo... ¿vale la pena vivir así?... cambiemos la pregunta a: ¿quieres morir por algo, o prefieres morir de algo?

Sin duda, la respuesta poética y honorable salta a la vista pero, me pregunto... ¿cuánta presión soportará este simple Amo del Calabozo?... ¿cuánto ha soportado mi compañera?... ¿ella prefiere esto para vivir en paz... para ser feliz? Si la realidad es que yo no soy la persona indicada para ella... si soy yo el que la lastima y la hace sufrir... si soy yo el verdadero villano con piel de héroe... el legal malvado... entonces, mi palabrería sería tinta embarrada en papel, un burdo garabateo sin sentido y sin trascendencia.... pues por amor yo debería dejarla ir, pero por egoísmo me aferro a una familia forjada con sangre y amor... ¿qué debo hacer?... ¿debo cambiar?... y si lo hago, ¿sería real al ser alguien diferente a la persona con la que ella decidió iniciar la aventura?... ¿o debería aceptar, bajar la cabeza y marcharme a las sombras por amor a ella?

Preciso un trago de coca cola muy fría como nunca antes en mi vida... moriré de diabetes algún día... o moriré por tristeza el 6 de enero...

Ser superior... universo... ayúdame... guíame a la conclusión adecuada así deba caer abatido en el proceso... todo sea por mi compañera y por ella, esa inocente que ahora mismo duerme en mi lado de la cama.